De esas noches que pintan bien desde el principio, en las que no hace falta mucho para que todo se agolpe en la cabeza, cuando derrepente sientes la libertad por las calles de Madrid.
Lla libertad de cuatro chicas enhebrando los 15 centímetros que serán la banda sonora de la noche, cuatro cabezas firmes pero que tiemblan con dos copas de mas, llantos y besos en los baños, de los que salen como obeliscos dispuestas a comerse el mundo y a todo el que se ponga por delante.
Por que esa noche es suya.
Porque llevan mucho tiempo esperando, por que no hay nada premeditado mas que las ganas, amigas del destino que se encontraron en el momento adecuado, que saben quienes son y quienes quieren ser, que han olvidado por un momento sus pasados para vivir una noche intensa.
Cuatro chicas que no se abandonan, que se protegen entre ellas, chicas de risas armónicas y miradas cómplices entre la multitud, chicas que sus mentes saben lo que sus palabras callan, chicas que se dan las buenas noches cuando el resto da los buenos dias...
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